La utilización de materiales cementicios suplementarios (SCMs) como reemplazo parcial del clinker en el cemento Portland, contribuye a reducir el impacto ambiental asociado a la producción del cemento. Se han llevado a cabo numerosos estudios del efecto causado por la utilización de arcillas calcinadas como SCM en morteros, y comienza a evaluarse el comportamiento cuando son empleadas en hormigones. Se ha demostrado que el uso de SCMs tradicionales (puzolanas naturales, humo de sílice, cenizas volantes) en la elaboración de hormigón mejora la durabilidad, y en algunos casos las propiedades mecánicas. Cuando las arcillas calcinadas son finamente molidas, se obtiene una mayor área superficial, lo que contribuye a un aumento en el potencial de la arcilla calcinada como SCM debido a la combinación del efecto físico de filler, y a una mayor solubilidad de los iones aluminio y silicio, lo que facilita su participación en la reacción puzolánica. Sin embargo, la demanda de agua de las arcillas calcinadas es mayor a la del cemento Portland, por lo que resulta necesario poder implementar un método que permita cuantificarla en forma certera y reproducible, para de esta manera poder evaluar el efecto de esta variable cuando se las utiliza como SCM en hormigones.
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